Más osos sueltos por Finlandia

Hace mes y medio escribía este post alertando sobre la presencia de un oso en Pieksämäki. Hace dos días se repitió la misma historia: avisos por TV y radio que recomendaban no salir de casa, en esta ocasión, a los vecinos de Rovaniemi más cercanos al Santa Park. Aunque parece que esta vez ni siquiera ha sido un oso. La policía cree que en realidad se trata de un perro. Cómo se puede confundir a un perro con un oso no lo tengo muy claro (a no ser que fuese un osezno, en cuyo caso ¿es necesario generar tal alarma de nuevo?). La policía ya ha dicho que el peligro ha pasado y la búsqueda del oso está llegando a su fin.

Vídeo de osos pardos en Finlandia vía www.squiver.com

También ha habido un avistamiento el pasado domingo en Tampere.

Nuevos trenes Helsinki – San Petesburgo

Como muchos sabréis, Finlandia limita al este con Rusia. En los 1340 kilómetros de frontera que los separan, existen 9 puntos por los que se puede pasar de un país a otro (16 más si se es ciudadano ruso-finés) mediante transporte terrestre. Los pasajeros que viajan en tren desde Helsinki a Rusia están obligados a detenerse en Vainikkala para someterse a los controles fronterizos. Están, o estaban. La compañía de trenes finlandesa VR, a la que recientemente he mencionado, acaba de anunciar la llegada (todavía en pruebas) de Allegro (tren de origen italiano de la familia de los Pendolino). En la actualidad, el viaje dura unas 6 horas debido al tiempo perdido en la frontera, pero cuando el Allegro se ponga el marcha, este tiempo se verá reducido a la mitad. El tren no parará para que los polícias realicen su tarea: los controles se realizarán con el tren en marcha (esto ha supuesto importantes cambios en las leyes de ambos países). Además, el Allegro alcanza los nada despreciables 220 km/h, factor que contribuye también a la reducción del tiempo de viaje. Se han realizado grandes inversiones en las vías finesas y rusas, y se espera que la llegada de este tren con capacidad para 344 pasajeros mejore las comunicaciones con el país vecino, aumentando la frecuencia del servicio. La reducción de tiempo en el trayecto Helsinki – San Petesburgo, sumado a la reciente introducción del tren Sapsan en la línea San Petesburgo – Moscú, facilitará y hará muy atractivo el visitar la capital vecina.

El primer Allegro en pruebas en Finlandia, en la estación de Imatra

Back To Basics

Tras un enorme parón de dos meses, toca nueva entrada en el blog. En estos dos meses se han perdido varios posts por el camino, como la noticia del shooter de Sello (donde estamos viviendo ahora) o el accidente de tren en la estación de Helsinki (Helsingin Rautatiasema), eventos que rompieron la tranquilidad de los ciudadanos fineses. Pero, ¿qué es noticia después de estos dos sucesos?

Sorprendentemente, el frío y la nieve. Parece que 2010 es uno de los inviernos más duros de los últimos años. Las pasadas dos semanas las temperaturas se mantuvieron entre los -15 y los -25 grados, con picos de hasta -27 algunas noches. Demasiado frío para los sureños de Finlandia, que pedían consejo a sus familiares lapones para abrigarse. Esta semana hemos mejorado y ya estamos en la franja de los -3 a -10, pero con mucha nieve. Tanta que incluso el servicio ferroviario se ha visto afectado y ha tenido que suprimir tres líneas (E, K, I) y reducir la frecuencia de ciertos trenes como el A y el M. Para suplir en cierto modo estas cancelaciones, algunas líneas hacen paradas extraordinarias (trenes Y y N). Puede que resulte raro que los trenes circulen a -25 y no a -3, pero la cantidad de nieve que se acumula en los raíles cuando bajan las temperaturas dificulta mucho la conducción. Los trenes de VR, la compañía finlandesa de ferrocarriles (para mí una de las mejores en las se puede viajar) son muy puntuales y cuando pasan cosas como esta suelen avisar y mantener actualizada constantemente su página web con los horarios. Ahora bien, cuando surge algún imprevisto y el tren se retrasa te cag*s en su madre, sobre todo en invierno y en estaciones abiertas. En estos casos, se puede reclamar y dependiendo del tiempo de espera conseguir que te devuelvan parte del precio del billete.

En definitiva, nada nuevo o espectacular por el momento: sólo noticias de frío y nieve de las que los periódicos podrían hacer copy-paste todos los inviernos.

Y yo he vuelto a mis clases nocturnas de finés a ver si aprendo algo más que Sheldon Cooper:

Se inunda el metro de Helsinki

A pesar de que los Leones ganaron a las Tres Coronas en un histórico 7-0 en hockey sobre hielo, no todos los fineses disfrutaron el pasado domingo de un feliz día del padre. Al menos, no los usuarios de Metro de Helsinki. La rotura de un sistema de tuberías ha provocado la inundación y cierre de tres estaciones de metro: Ruoholahti, Rautatiasema (estación de trenes) y Kamppi. Aunque el metro es el principal medio de transporte en la parte este de Helsinki, hay varias líneas de autobuses que comunican dicha zona de la ciudad con el centro (se recomienda consultar Journey Planner) . Además, se ha habilitado un autobús especial (el 65X), y la línea 8 del tranvía circula ahora con más frecuencia. Tres estaciones pueden no parecer mucho, pero para el tamaño de este metro lo son:

Fuente: Naurunappula

Estas estaciones podrían permanecer cerradas medio año. A pesar de que no utilizo mucho el metro en sí, sí que uso sus estaciones. Helsinki tiene una gran actividad subterránea, y se puede ir prácticamente de un lado a otro de la ciudad sin pisar la calle. En invierno esto se agradece, pues nos ayuda a evitar paseos a bajo cero.

13 meses y medio en Finlandia

Llevo más de un año ya viviendo en Finlandia. Mantener el blog al día no ha salido como esperaba, pero mi estancia Erasmus tampoco. Nunca imaginé que mi vida podría cambiar tanto en tan pocos meses. En este tiempo he aprendido a tomar decisiones (asignatura que tenía pendiente), y he descubierto que la independencia plena del hogar familiar está rodeada de un espinoso camino que resulta muy doloroso. Empezar una nueva vida, en un país en el que hablan unas de las lenguas más difíciles del mundo, no resulta fácil. Encontrar un trabajo en Finlandia para un extranjero es misión imposible si no se tiene conocimiento de finés. Y estoy hablando de trabajos como recoger vasos en bares, repartir periódicos o limpiar oficinas. Resulta duro escuchar tantos NO seguidos durante más de 4 meses ya, sobre todo cuando por otro lado te llegan ofertas desde España que nunca habrías imaginado. Es difícil comprender que tus habilidades y experiencia sean tan distintas de un país a otro. Quizá haya atisbado cierto nivel de «racismo» desconfianza hacia los extranjeros, europeos o no, a la hora de contratar personal. Curioso cuando somos precisamente los extranjeros los que más necesitamos el trabajo al no contar con seguridad social ni prestaciones por parte del estado finés. Somos los más motivados y casi con total seguridad nuestro rendimiento será mayor que los nativos en caso de encontrar empleo. Pero también hay que reconocer que la crisis ha jugado una mala pasada y por supuesto antes contratarán a locales desempleados (me imagino que yo haría lo mismo en caso de tener una empresa)

Tampoco hay apartamentos. La alta demanda y escasez de éstos provoca que un estudio de menos de 30 m2 cueste un mínimo de 600 – 700 euros al mes en una zona bastante alejada del centro o de tu lugar de trabajo (así que súmale transporte, un mínimo de 45 euros al mes si eres estudiante).

Estudiar resulta por ende complicado, sin trabajo no hay dinero. Sin posibilidades de inscribirme en ninguna universidad, lo único que he podido conseguir para ir tirando han sido unas prácticas de 6 meses en la misma universidad en la que estuve el pasado curso de Erasmus. Prácticas que financia la UE y mi universidad en España, porque sino no me hubieran aceptado. Con esta financiación puedo pagar medio alquiler cada mes. Puede que haya sonado a queja pero no es así. El problema surge cuando estás prácticas duran mínimo 8 horas al día, buscar un trabajo a tiempo parcial es muy complicado. No sólo por ser extranjera, sino porque al salir de las prácticas todos los establecimientos están ya cerrados.

Pero la ilusión de poder llamar a casa en España, y decir que me van bien las cosas, que tengo un trabajo que al menos me da para vivir y pagar un piso, y que lo he conseguido yo solita, me da ánimos para seguir intentando crear una vida aquí. Por eso tras mis 8 horas voy a clases de finés y estudio en casa, esperando realizar algún día esa llamada para darle una alegría a mi familia y que se sientan orgullosos de mí. La esperanza es lo último que se pierde.

Fuente: Damienkatz.net